LA PUNTUALIDAD
Había una vez 10 gusanos que eran muy
buenos amigos. Cada día, después de acabar con sus tareas y encargos,
hacían una fiesta a las seis de la tarde en punto.
Las
fiestas eran de lo más animadas, con música y bailes, con juegos y
sorpresas, y con ensaladas y zumos de fruta frescos para comer y beber.
Los gusanos eran tan bien
educados que no empezaban nunca la fiesta hasta que los 10 habían
llegado, y, cuando todos estaban allí y estaba todo preparado, siempre
gritaban:
- ¡Que viva la fiesta de los 10 gusanos!
Pero resulta que el gusano
número 3 era un poco perezoso, y como tardaba mucho en terminar sus
tareas y obligaciones, siempre llegaba un poquito tarde.
Un día que el gusano número 3
tenía que limpiar su casita, en lugar de limpiarla temprano para poder
ir a la fiesta se entretuvo mirando cómo el viento hacía mover las
hojas. Y estuvo tanto tiempo mirando las hojas que cuando se dio cuenta
que todavía no había limpiado su casita, ya casi era hora de ir a la
fiesta de los gusanos. Se puso a limpiar y cuando terminó se fue hacia
la fiesta. Al llegar, los 9 gusanos amigos suyos ya hacía 10 minutos que
le esperaban un poco enfadados. Pero como eran muy buenos amigos le
perdonaron el retraso, y gritaron todos juntos:
- ¡Que viva la fiesta de los 10 gusanos!
Y se pusieron a cantar y a bailar.
Al día siguiente, el gusano
número 3 tenía que lavar toda su ropa. Pero como era un poco perezoso se
puso a mirar por la ventana de su casa cómo el agua del arroyo se
llevaba las hojas secas que caían de los árboles. Y estuvo mirando el
arroyo tanto tiempo que, cuando recordó que tenía que lavar toda su
ropa, ya era la hora de empezar la fiesta de los gusanos. Se puso a
lavar rápidamente toda la ropa y, cuando terminó, se fue a la fiesta. Al
llegar, los otros 9 gusanos ya hacía más de media hora que le esperaban
y le dijeron:
- Gusano número 3,
¡estamos muy enfadados contigo! ¡Siempre llegas tarde a la fiesta y
cada vez tenemos que esperarte mas tiempo!
Y el gusano número 3 les dijo:
- Lo siento mucho. No lo haré nunca más. ¿Que me perdonáis?
Y los otros gusanos dijeron:
- ¡Claro que sí que te perdonamos! ¡Eres nuestro amigo!
Y los 10 gusanos gritaron:
- ¡Que viva la fiesta de los 10 gusanos!
Otro día, el gusano número 3
tenía que ordenar todos los libros y juguetes que había en su casita.
Empezó a recoger cosas, pero enseguida se cansó y se puso a mirar los
dibujos de un libro de animalitos. Fue mirando los dibujos, pasando las
páginas, mirando más dibujos, hasta que miró el reloj y vio que de nuevo
llegaría tarde a la fiesta de los gusanos. Lo dejó todo tal cual, no
recogió nada, y se fue corriendo hacia la fiesta.
Al
llegar, sus amigos estaban muy, muy enfadados. Hacía casi dos horas que
le esperaban y no habían podido empezar la fiesta. Y los gusanos le
dijeron:
- ¡Gusano número 3!.
¡Hoy ya hace casi dos horas que te estamos esperando! Ya hace demasiado
tiempo que llegas tarde y, aunque el otro día nos dijiste que no lo
harías nunca más, ¡hoy has llegado tarde otra vez!
Y el gusano número 3 dijo:
- Lo siento mucho. No sé qué me ha pasado. ¡Pero no lo volveré a hacer nunca más! ¿Verdad que me perdonáis?
Y los otros 9 gusanos le dijeron:
- Está bien. Te perdonamos. ¡Pero que sea la última vez que llegas tarde!
Y los 10 gusanos gritaron:
- ¡Que viva la fiesta de los 10 gusanos!
Pasados unos días, el gusano
número 3 tenía que lavar los platos sucios. Pero cuando iba a empezar
vio que el viento hacía mover las nubes, y se estiró en el césped que
tenía en el jardín observando cómo en el cielo corrían las nubes con el
viento. Vio una nube con forma de mariposa, otra en forma de libro, otra
que parecía una manzana, ... y mirando las nubes pasó tanto tiempo que
se hizo de noche, y recordó que tenía que lavar los platos antes de ir a
la fiesta de los gusanos. Se puso a lavar los platos corriendo y marchó
hacia la fiesta.
Pero esta vez
ya eran las 10 de la noche. Ya hacía 4 horas que tenía que haber
llegado. Corrió todo lo que pudo y, justo antes de llegar a la fiesta,
escuchó cómo sus amigos gritaban:
- ¡Que viva la fiesta de los 9 gusanos!
El
gusano número 3 siguió corriendo hasta llegar a la puerta de la casa
donde se hacía la fiesta, pero estaba cerrada. Golpeó la puerta una,
dos, tres veces, pero nadie la abría. Y dentro los gusanos gritaban:
- ¡Que viva la fiesta de los 9 gusanos!
Volvió a golpear la puerta más y más fuerte hasta que, al final, la puerta se abrió y los 9 gusanos salieron.
¡Hola! ¡Ya he llegado! ¡Pensaba que no llegaría a tiempo! -Dijo el gusano número 3-.
Y los otros gusanos le dijeron:
-
Es que no has llegado a tiempo. La fiesta ya ha terminado. Nos hemos
cansado de esperar y hemos hecho la fiesta sin ti. Y a partir de ahora,
la fiesta ya no es la fiesta de los 10 gusanos, sino la fiesta de los 9
gusanos, como tú siempre llegas tarde y no podemos ser nunca los 10,
ahora seremos los 9.
Y también le dijeron:
- Esta fiesta será la de los 9 gusanos, hasta el día que no llegues tarde.
Actividades Extra clase (Secciòn Vespertina)
1.- Copie el cuento de la puntualidad en su cuaderno de materia.
2,- Observe y escuche el video de la puntualidad, luego saque un resumen del mismo, y presente al Docente para obtener su nota.
Actividades Extra clase (Secciòn Nocturna)
1.- Copie el cuento de la puntualidad en su cuaderno de materia.(Adaptando nuevos personajes)
2,- Observe y escuche el video de la puntualidad, luego saque un resumen del mismo, y presente al Docente para obtener su nota.
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